Abel Young es un chico de diecisiete años que asume su destino con serenidad: casarse con Mary, su prometida desde los siete años, y regentar la ferretería de su padre en un pueblo de Tennessee. Pero su vida da un vuelco cuando Mary de repente decide dejarlo. Se sume en una depresión de la que solo logrará salir cuando su tutor del instituto lo anime a escribir un relato. Abel compone un pastiche a partir de una historia de Lord Byron e informaciones varias sobre la Wikipedia, pero su tutor queda prendado de la originalidad y, sobre todo, de la verosimilitud del cuento. Lo convence para que participe en un seminario de jóvenes escritores cerca de Nueva York. Allí conocerá a otra joven escritora llamada Arisa, al señor Shine, el maestro de escritura, y al misterioso hijo de este, Gabriel. Con ellos comparte una aventura llena de terror, algo que jamás imaginó para pasar el verano. Abel aprenderá a coger el destino en sus manos y descubrirá, junto a sus amigos, que los vampiros no son mera fantasía, y que su poder reside precisamente en el hecho de que nadie cree en su existencia. La literatura cobra así un papel fundamental en la lucha entre lo real y lo imaginario y el relato deja de ser únicamente la historia de un chico contra los vampiros, y adquiere el sentido de una reflexión profunda sobre la literatura. Quizá la literatura sea la única arma con la que combatirlos.