Una crónica de extrarradio
bajo la sombra de Frank Miller
Para el dibujante David Rubín: El Irra
se ha marcado una obra que es puro
fuego, pura poesía de barrio, pura furia
y honestidad
Jesús regresa al barrio que lo vio crecer, la Esquina
del Gato, un barrio sevillano de extrarradio
donde se dan cita la violencia y la lucha constante
contra las adversidades de la vida. Su objetivo es
reanudar su relación con Irene, su antigua novia, y
comenzar un proyecto juntos. Con ayuda de Fae,
su amigo de la infancia, intenta escapar de la delincuencia
y la marginación, abriéndose un hueco
en el mundo laboral y en la sociedad. Pero Vargas,
el exaltado hermano de Fae, aviva la llama de
algo que se cuece desde hace tiempo...
Palos de ciego es la primera obra larga de El Irra,
que, con una propuesta que combina crítica social
y acción con una narrativa visual única, cuenta
una historia bien intensa que prende en un entorno
que conoce de primera mano. Según el dibujante David Rubín, El Irra bebe de lo autóctono, de las raíces, sin vergüenza alguna ni prejuicios,
de esa Sevilla que no sale en las postales, a la sombra de la Giralda y los flashes , para dar lugar
a un relato que es la unión imposible entre Lorca y San Juan de la Cruz, entre Manolo Caracol y
Marc Almond, entre Buñuel y Verhoeven, entre la línea chunga de El Víbora y Frank Miller , asegura
el creador gallego.
Aderezado de un buen chorro de vivencias personales, de tener los pies descalzos en el asfalto
caliente y la cabeza flotando en las nubes del futuro incierto , indica Rubín, el resultado es un
tebeo que no se parece a nada que hayas leído antes, algo para lo que habría que inventar una
nueva etiqueta, y esa posible catalogación ya se la ha sacado El Irra de la manga: IBERPUNK .
Con Palos de ciego, El Irra se ha marcado una obra que es puro fuego, un tebeo que es pura
poesía de barrio, pura furia y honestidad. Sólo había experimentado algo así leyendo al mejor
Miller , concluye Rubín.