El juicio final está en camino, y Sookie tiene una habilidad especial para
situarse en medio de los problemas; en particular cuando es testigo del
ataque con bombas incendiarias al Merlotte s, el bar donde trabaja. Dado
que Sam Merlotte es conocido por su doble naturaleza, las sospechas
inmediatamente recaen sobre los cambiantes de la zona. Sookie tiene otra
opinión, pero, antes de que pueda investigar, surge algo aún más peligroso:
el amante de Sookie, Eric Northman, y su «niña» Pamela están tramando
algo en secreto. Pero Sookie no puede permanecer de brazos cruzados
cuando tanto su trabajo como su vida amorosa están amenazados. Sin
embargo, cuanto más progresa en sus planes, más consciente es de que la
situación es más mortal de lo que nunca hubiera podido imaginar.