En el centro de la llanura más extensa del mundo, una sala. En el centro de esa sala, una puerta. Y en torno a esa puerta, decenas de guerreros con la piel de color de sangre aguardando el momento preciso.
Y ese momento llega, y el Centinela muere. Y ya nadie vigila el portal y aquéllos que lo ambicionan pueden hacerlo suyo.
Pero Beryl, Dsedraj, Eilyrn y Talee irrumpen en la escena. Sólo ellos podrán detener lo que allí ocurre. Sólo ellos podrán ahuyentar de allí a los carroñeros que rondan la puerta. La puerta de la Oscuridad. El Portal al Abismo.