Mathilde nunca llama la atención. Se puede confiar en ella
porque siempre realiza un trabajo limpio, sin valentonadas.
Hasta aquella noche. Lo de aquella noche fue una excepción,
una extravagancia. Podría haber actuado desde más lejos,
haber ocasionado menos desperfectos y, sobre todo, haber
disparado una sola bala.
Con diálogos mordaces, retratos sorprendentes y un guion
cargado de crueldad, Pierre Lemaitre nos entrega una
reinterpretación de infarto de su primera novela, que cobra
nueva vida gracias al impresionante talento de Dominique
Monféry.