El paisaje australiano está seco. La peste se extiende. Las máquinas solo funcionan a tracción
de sangre. El calor es agobiante. Lippy y Penn, junto a su madre, buscan establecerse en Falter
City, una sucia ciudad en auge, abriendo una fábrica de yogures caseros. Pero deben actuar
con calma y cautela. El lugar está lleno de estafadores y sinvergüenzas.