Lucho Lasabbia tiene un pasado negro como torturador y asesino y un presente siniestro como teniente de la policía, abusivo e impune.
Un tic lo acompaña día y noche: Lucho Lasabbia se rasca.
Parece, en su omnipotencia bestial, saberlo todo.
Pero hay algo que ignora porque nadie se atreve a decírselo en la cara:
lo llaman SARNA.