Para este número nos sobran
temas de los que partirnos el eje.
Y es que la realidad puede ser
más risible que la ficción. No hay
más que abrir este TMEO para
ver que con ese panorama, lo
tenemos muy fácil en el TMEO.
Los chistes salen solos en este
país de pandereta.
Como no, el tema Rubiales
ocupa la portada. Pero en el
interior la formación de un
nuevo gobierno es fuente de
inspiración para los afilados
lápices de nuestros dibujantes y
ocupa hasta la editorial.
En resumen: un número de
descojono para amenizar la
vuelta al tajo que funciona como
antídoto para la depre post
vacacional.