En un remoto futuro, la ciudad de Diaspar acoge a los últimos
restos de la humanidad sobre la Tierra. Perseguidos
hasta su planeta natal por los misteriosos Invasores que
conquistaron el universo, los humanos abandonaron su
Imperio Galáctico. Desde entonces, y durante millones de
años, Diaspar ha mantenido a sus habitantes sumidos en el
grato estupor de una sociedad perfecta.
Gracias a sus poderosos circuitos de eternidad, la ciudad
conserva para siempre todos sus elementos, incluyendo
a sus ciudadanos, que emergen completamente adultos de
la Sala de Creación, viven vidas plenas que duran siglos, y
por fin vuelven a los Bancos de Memoria a esperar su resurrección
al cabo de miles de años.
Pero muy rara vez, en Diaspar nace un ciudadano único,
cuya información no consta previamente en la memoria de
la ciudad. Nadie sabe por qué aparecen, ni cuál es su función
en el sofisticado mecanismo de Diaspar.
Alvin es uno de estos únicos, y como tal carece de vidas
anteriores a las que remitirse. Por eso no le resulta difícil
cuestionar la organización social aparentemente perfecta de
Diaspar, y especialmente la limitación psicológica que hace
que sus habitantes sean incapaces de salir de ella.
A pesar de las comodidades que le rodean, Alvin está
insatisfecho. Pero pronto encuentra su objetivo: abandonar
Diaspar, averiguar si el exterior es tan hostil como dicen, y
descubrir si realmente son los últimos humanos sobre la
Tierra.
Del mismo autor en Alamut
Autor de
2001:
una odisea
del espacio