Este cómic no es una obra de autoayuda, pero tiene la virtud de ponernos ante un problema tan real como doloroso de una manera cercana y benevolente. El guion de José del Sol rezuma ternura y cariño hacia su suegra Rafi, afectada por esa cruel enfermedad que borra los recuerdos.
Los dibujos sencillos de Alberto Llamas se ponen al servicio de la historia y contribuyen a ahondar en la dulzura que desprenden las peripecias de Rafi y en la comprensión que manifiestan los familiares y amigos hacia su actitud, pese a las situaciones engorrosas que les hace vivir con sus comportamientos inestables. «Trabajar en estas páginas ha sido una montaña rusa de emociones. Cuando tenía que dibujar las anécdotas, unas tan surrealistas y divertidas, y otras tan dramáticas, se me producían nudos en el estómago».
Dice José del Sol que Mi suegra tiene Alzheimer precoz es un cómic que nunca debió ser escrito ni dibujado. «Eso querría decir que esta puñetera enfermedad no formaría parte de mi familia. Lamentablemente, no es la primera ni será la última obra que se vaya a hacer sobre el tema. Tras el guion, yo no tengo nada más que aportar, pero mi hijo Olmo sí: Todos los domingos mis abuelos vienen a casa. Lo primero que hacemos es dar un paseo hasta el cementerio. A mi abuela antes le daba mucho miedo pasar por allí, pero ahora no sabe ni lo que es, Cuando llegamos a casa le ponemos sus canciones favoritas (Marisol, Rafael etcétera) mientras mi madre prepara la comida y yo juego algún juego de mesa con mi abuelo. Me encantan los domingos ».