Con esta nueva obra en la que
sorprende, hace reír y cuenta historias
extraordinarias , el catalán Ramón Boldú
se confirma como uno de los grandes
héroes de nuestra contracultura , afirma
el editor y traductor Óscar Palmer
Ramón Boldú insiste en hacer reír al personal con
el peculiar relato de su vida. Se va hasta otoño de
2003 para contar en Perdidos por el más allá el inicio
de una nueva relación en serio, la tercera después
de sus dos primeros divorcios. Boldú se involucra,
en este primer tomo de una tetralogía, en la gestación
de un club de intercambios y lo decora pintando
su particular versión de El jardín de las delicias,
del Bosco. La directora del garito va a ser Ana Flash,
amante del director de orquesta propietario del
club, una joven a la que le han metido en la cabeza
que está poseída por Eva Perón y que tiene poderes;
todo gracias a los experimentos a los que está
siendo sometida por un investigador de la NASA,
colaborador de Jiménez del Oso y amigo del dibujante...
Boldú en estado puro.