Este TMEO navideño no
deja títere con cabeza, ni
corona sin barro. Chistes
que salpican más que una
riada, viñetas que remueven
más que las corrientes del
Turia y humor tan ácido que
podría disolver cualquier
protocolo de la Casa Real.
Es el menú de las fiestas
que todos queremos:
Errejón a la plancha de
primero, Mazón cocido cual
pulpo gallego de segundo, y
de postre, un Trump que es
como ese turrón que nadie
quiere, pero ahí está, duro,
pesado y más difícil de
tragar que el discurso de
Navidad.
Un número para recordarte
que si vas a terminar el año
pringado, al menos sea de
carcajadas y no de barro.