Alonso de Ojeda, uno de los personajes más importantes de los inicios de la conquista de tierras americanas, repasa su vida desde su retiro en el Monasterio franciscano de Santo Domingo, donde pasa junto a su esposa Guaricha sus últimos años. La narración comienza con los primeros combates a su llegada al Nuevo Mundo, para ir deteniéndose en los episodios fundamentales de su vida, como la imaginativa captura del cacique indígena Caonabo, su viaje por el litoral continental junto con los cartógrafos Juan de La Cosa y Américo Vespucio, el descubrimiento del lago Maracaibo y de la isla de Curazao, y la fundación de las ciudades de Coquibacoa y San Sebastián de Urabá, en las tierras del nuevo continente conocidas inicialmente como Tierra Firme. Todo ello marcado por su constante disputa con los hermanos Colón, que condicionaron su carrera como explorador y truncaron sus anhelos de conquistador.