La Reina Astrid ha conseguido recuperar el trono de Thule, pero los problemas no cesan. La isla se ha convertido en un enclave estratégico en la Guerra Civil que sufre Noruega, a pesar de permanecer neutral, por lo que los Nobles Cristianos de Oslo, sabiendo que la flota de Astrid es muy escasa, deciden atacar por mar la isla. Astrid, Audaz y Guzmán se ponen al frente de los tres barcos de Thule y se enfrentan a los veinte barcos de Oslo en una batalla naval muy desigual. Para complicar más la situación aparece en medio de la batalla la Serpiente Jörmungandr, anunciando el Ragnarok y amenazando con destruir la isla.