Tras dejar atrás la cuarentena, Hata se enfrenta a la «realidad» que aún no ha sido capaz de
aceptar. Por otro lado, atraída por la invitación de la compañera de clase Airi Mochizuki, Natsuki
acaba sin saberlo en una reunión peligrosa. Sus vidas ordinarias se meten de lleno en un territorio
extraordinario en el que no hay vuelta atrás.