El 4 de agosto de 1704, en plena guerra de Sucesión española y tras días de intensa contienda, la plaza de Gibraltar finalmente capitula en favor de la Corona inglesa.
Semanas más tarde, bajo el liderazgo del general marqués de Villadarias, da comienzo el sitio de Gibraltar.
Tras enconados e infructuosos combates, las tensiones internas dividen a las fuerzas hispano-francesas, aliadas en el asedio, lo que obliga a su majestad el rey Felipe V a sustituir a Villadarias por un generalísimo llegado desde Francia. Una decisión que no hará sino incrementar el desencuentro entre el mando español y sus aliados franceses.
Hasta que el 8 de noviembre un humilde pastor de cabras irrumpe en el campamento español con un plan, tan descabellado como factible, para recuperar su hogar.
Ese hombre fue Simón Susarte, el héroe olvidado de Gibraltar.